Lo que a principio pareció no tener fin está próximo de terminar. A partir de hoy faltan apenas cuatro sesiones de radioterapia. Fueron 23 sesiones de la primera fase y ahora llevo 3 de las 7 sesiones que me tocaron para la segunda fase. Desde el miércoles estoy en la segunda fase, así que en el jueves de la siguiente semana tocaré la campana para avisar a todos en el hospital que llegué al final de un tratamiento. Victoria a la vista!
Mientras tanto, aprendí tanto en la sala de espera, más de lo que podría imaginar. En sala de espera Maribel me enseño que la radioterapia tiene dos fases: una en toda la región de la operación, que en mi caso fue un cuadrado alrededor del seno y bajo la axila del brazo derecho; y una segunda solamente en la cicatriz principal, o sea, de donde los médicos sacaron el tumor.
También fue en sala de espera que aprendí que en se tratando de radioterapia uno no debe descuidarse de pasar la crema en la región afectada. Eso lo aprendí con Ivonne. Toda una veterana ya. Hace un mes terminó su tratamiento y ya va en citas de control. Ivonne fue mi angelita. Fue escuchando su platica con una amiga que la acompañaba en sala de espera de consulta que me di cuenta de no que era necesario dar oídos a cierta amistad - léase Helenice -que no sabe que es tener un cáncer. Esta "amiga" casi me convenció de abandonar todo el tratamiento. Eso es muy serio! Pero como todo siempre viene para bien, yo creo que el cuestionamiento que me hizo hacer esta amiga también fue válido porque me dio aún más fuerza para seguir con todo eso. Pronto seré yo la veterana...
La sala de espera de radio pareciera la sala de mi casa o más bien un punto de encuentro. Todos esos días de tratamiento he hecho amistades y la he pasado de maravilla con todos. Ni pareciera que estaba recibiendo un tratamiento preventivo contra cáncer! Hasta los enfermeros me hacen broma porque dicen que no paro de "pericar" (como un loro) allá fuera y por eso me vienen a llamar cada vez que llega mi turno.
Hace rato que mis "amigas de pecho" - Maribel, Juana, Doris y Lidia - terminaron sus sesiones y ya las extraño. Aris es la que me acompaña desde que empecé casi. No más que ella hizo mastectomia y solamente recibirá 25 sesiones de radio. Pero aún hay Doris y su esposo Marcos, Doña Luisa y sus hijas Itzel y Ana, Angelica y Dueña Aurora y la parejita feliz (no sé sus nombres).
Intercambiamos teléfonos y nos quedamos en la promesa de reunirnos en alguna parte para que comemoremos todas nuestra victoria. Maribel dijo que viene dia 14 a Panamá para una consulta, a ver que haremos...
Mientras tanto, aprendí tanto en la sala de espera, más de lo que podría imaginar. En sala de espera Maribel me enseño que la radioterapia tiene dos fases: una en toda la región de la operación, que en mi caso fue un cuadrado alrededor del seno y bajo la axila del brazo derecho; y una segunda solamente en la cicatriz principal, o sea, de donde los médicos sacaron el tumor.
También fue en sala de espera que aprendí que en se tratando de radioterapia uno no debe descuidarse de pasar la crema en la región afectada. Eso lo aprendí con Ivonne. Toda una veterana ya. Hace un mes terminó su tratamiento y ya va en citas de control. Ivonne fue mi angelita. Fue escuchando su platica con una amiga que la acompañaba en sala de espera de consulta que me di cuenta de no que era necesario dar oídos a cierta amistad - léase Helenice -que no sabe que es tener un cáncer. Esta "amiga" casi me convenció de abandonar todo el tratamiento. Eso es muy serio! Pero como todo siempre viene para bien, yo creo que el cuestionamiento que me hizo hacer esta amiga también fue válido porque me dio aún más fuerza para seguir con todo eso. Pronto seré yo la veterana...
La sala de espera de radio pareciera la sala de mi casa o más bien un punto de encuentro. Todos esos días de tratamiento he hecho amistades y la he pasado de maravilla con todos. Ni pareciera que estaba recibiendo un tratamiento preventivo contra cáncer! Hasta los enfermeros me hacen broma porque dicen que no paro de "pericar" (como un loro) allá fuera y por eso me vienen a llamar cada vez que llega mi turno.
Intercambiamos teléfonos y nos quedamos en la promesa de reunirnos en alguna parte para que comemoremos todas nuestra victoria. Maribel dijo que viene dia 14 a Panamá para una consulta, a ver que haremos...
La foto arriba salió borrosa, pero en este día Aris se había sacado su peluca y por eso quise conservala.
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