Siguiendo las indicaciones de la ginecóloga, al día siguiente busqué al Dr. Hector Tapia, el radiólogo del Hospital Nacional de Panamá. Me atendió y me encaminó ao marido de la ginecóloga, el Dr. Nuñez.
Una semana después de muchas consultas, fue hacer la biopsia y nuevamente me asusté! También no fue para menos: una auxiliar médica se presentó amablemente y mientras me encaminaba para la sala donde se haría la "colección de material", ella me pidió para desvestirme la parte de arriba de mi ropa y, con aquella peculiar falta de sensibilidade panameña, me dijo que después de la biopsia yo seria levada a la sala de operaciones para me "cortaran la mama". Así, ni más ni menos! Cualquier persona en mi lugar haría lo mismo que hice yo: volví a vestirme y dice que en ningún momento yo había acordado con el medico de que él me cortaria! Por lo contrário...
Armé un circo y media hora después de haber conversado con el radiólogo y el cirujano que me atendían, hicimos un nuevo trato: al contrário de tomar anestesia general para que me cortaran el seno y sacar con una herramienta de alambre la pelotita que tengo en el seno derecho, haría la biopsia de aguja para retirar muestras. La hermenéutica cambió y el precio también. Quedó "más salado", en lenguaje popular. Con lo que pagué, podría haber hecho un viaje de dos noches a Colombia, con pasaje y hospedaje incluidos!
De regreso a la sala de ultrasonido, en el lugar de la anestesia general, me inyectaran lidocaína y con una aguja, más grande que mis dos manos abiertas y juntas, el radiólogo orientado por el monitor de ultrasonido decidía donde picar aquella pelotita sólida que tengo en el seno derecho.
El radiólogo no encontró nada más de lo que parecía ser grasa calcificada, eso corroborará la patologista en el próximo lunes por la tarde. Ahora es solo esperar por el resultado, pero tengo la esperanza de que todo saldrá bien...
Una semana después de muchas consultas, fue hacer la biopsia y nuevamente me asusté! También no fue para menos: una auxiliar médica se presentó amablemente y mientras me encaminaba para la sala donde se haría la "colección de material", ella me pidió para desvestirme la parte de arriba de mi ropa y, con aquella peculiar falta de sensibilidade panameña, me dijo que después de la biopsia yo seria levada a la sala de operaciones para me "cortaran la mama". Así, ni más ni menos! Cualquier persona en mi lugar haría lo mismo que hice yo: volví a vestirme y dice que en ningún momento yo había acordado con el medico de que él me cortaria! Por lo contrário...
Armé un circo y media hora después de haber conversado con el radiólogo y el cirujano que me atendían, hicimos un nuevo trato: al contrário de tomar anestesia general para que me cortaran el seno y sacar con una herramienta de alambre la pelotita que tengo en el seno derecho, haría la biopsia de aguja para retirar muestras. La hermenéutica cambió y el precio también. Quedó "más salado", en lenguaje popular. Con lo que pagué, podría haber hecho un viaje de dos noches a Colombia, con pasaje y hospedaje incluidos!
De regreso a la sala de ultrasonido, en el lugar de la anestesia general, me inyectaran lidocaína y con una aguja, más grande que mis dos manos abiertas y juntas, el radiólogo orientado por el monitor de ultrasonido decidía donde picar aquella pelotita sólida que tengo en el seno derecho.
El radiólogo no encontró nada más de lo que parecía ser grasa calcificada, eso corroborará la patologista en el próximo lunes por la tarde. Ahora es solo esperar por el resultado, pero tengo la esperanza de que todo saldrá bien...
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