No logro describir mi estado mental. No sé si estoy ansiosa por conocer los resultados de los exámenes, no sé si estoy asustada con lo que me pueda pasar o con lo que pueda pasar con mi relación con mi marido. En el fondo algo me dice para no ir a recoger los exámenes.
Cuando escribo lo que acabo de escribir siento que el peor me pasará y sé que no debo pensar así. Pero como no pensar? Cómo hacer de cuenta de que no existe la posibilidad? Jugué con un asunto muy serio por mucho tiempo…Y luego yo, la que canta a los cuatro rincones, que uno debe cuidarse…Más una de las ironías de la vida!
Alguna cosa tengo en el pecho y eso me asusta mucho. Me asustó esperar a los resultados, me asustó el ultrasonido…todo me asustó. Estoy asustadisima. Lo único que se me ocurre es escribir y pedir a Dios que me libre de más esa. Que me libre de tener cáncer!
Faltan dos horas para recoger el examen. Hoy es un día de aquellos en que no sé realmente si quiero que las horas pasen rápidamente o se demoren para pasar! No sé lo que quiero, pero sé que no quiero sufrir de una enfermedad tan grave como el cáncer!
Si yo tengo cáncer no sé si tendré el mismo amor por la vida y por las personas como tengo ahora. Sufriré mucho porque no tendré el valor de contar a nadie. Me distanciaré de las personas y de las cosas que más amo en esa vida como mi propia vida.
En casa no podía esperar más. Salí de casa antes de las trés y fue a la clínica. Las miradas de la muchacha que me atendió en el dia anterior me aterrorizaron. Quebré el hielo y pregunté si ella sabia si yo tenía algo. Dijo que no. Tomé los resultados y fue derecho a la casa. Antes me acordé que tenía que pasar en la dentista porque me había encontrado una cárie. Entré en la clínica dental y me senté en la sala de espera. Y me quedé mirando aquel sobre amarillo enorme en mis manos. Leo, no leo…que hago? Leí...
Leí el resultado de la mamografía. Dos veces, tres veces. Decía que tengo una sombra oscura de un tamaño mayor que un centímetro y que podría ser maligno. Se recomendaba una biopsia. Lo único que me pasó por la cabeza es “aún voy a quedarme con la duda, o en la certeza”. No sé. Llamé a la clínica Docati y pregunté con que médico debería de pasar una vez que se sabia que tenia que hacer una biopsia. No sabían decirme. Mi primer impulso fue marcar ginecólogo. Más 45 minutos voy esperar. Ahora estoy en el dentista. Creo que no quiero estar sola. Tengo miedo? No sé… Todo es muy vago ahora…Ojala tenga tiempo de resolver…
Una Dentista traga-monedas
Para mi espanto, la dentista de media-pataca, tomó el irritante motorcito y si no fuera el espejo arriba de mi cabeza que me permitió ver el error que iba a cometer, ella me hubiera quitado la obturación buena del molar de abajo! Que miedo me dió! Todavía no lo puedo creer...
Después de la obturación, la "traga-monedas" aún me dijo que quería sacarme un rayo X de mi boca porque ella creía que la tercera cárie de mi vida estaría entre dos dientes del fundo de mi boca! Ah, cómo extrañé a mi dentista allá en Brasil! Le dice que tenía prisa pues había agendado cita con una medica en cinco minutos más y entonces ella quiso saber si era para enseñar los resultados de los exámenes que yo traía en el grande sobre anaranjado que tenía bajo mi cartera. Me preguntó qué exámenes eran y yo dice que mamografía. Me dijo que todo estaba bien. Y entonces tuve que contarle en un lloro ahogado que los resultados no fueron muy buenos... y me sorprendí con su actitud: ella quiso ver, tocar y sentir la pelota debajo de mi brazo. Me sentí una mona de laboratorio!
Estoy ahora en la sala de espera para ser atendida por la ginecóloga. Estoy con los nervios a flor de piel. Necesito moderarme, aguantarme y ser madura lo suficiente para enfrentar el problema.
A pesar del contratiempo, fue atendida por la ginecóloga en tiempo. La ginecóloga me examinó, dijo que no sentía nada en mi pecho y mismo así me encaminó a su marido, Dr Aurélio Nuñez, el cirujano.
Después de pasar con la ginecóloga, me tranquilicé. Era una paz medio falsa, pero estaba más tranquila. Ella me tocó también, pero ella es profesional del área, y me dijo que no encontraba nada, pensaba que era el músculo del seno que estaba resaltado. Me recomendó buscar a su marido que era cirujano y experto en cáncer de seno en los consultorios América, Dr. Aurelio Nuñez.
En casa tuve valor para contar para Raul que me está pasando. Lo dejé aprehensivo y no era esa la intención…
Dormí muy mal la noche entera porque cuando puse mi cabeza en la almohada me di cuenta de que el médico a que iba mañana era ONCÓLOGO. Y volví a sentirme asustada!

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