Llena de vida

Hoy fuimos de paseo por el parque de las garrapatas con nuestros perros. De lejos vi una señora que yo creía hacer cara fea por haberlos dejado sueltos en el parque. Tommy fue el primero a acercarse y yo gentilmente quise alejarlo de allí para no molestar a la señora. Entonces Cathy se le subió al pantalón blanco con sus patitas de tierra. Fue limpiar y para mi total sorpresa la señora dijo que no había problema. Ella es más uno de esos angeles vivos que Dios nos pone en el camino.

Dijo que era una Puga Rodriguez y su marido é medico en el Centro Paitilla, el mismo hospital donde me van a operar. Curiosa, le pregunté se conocía al Dr. Pablo Duran, el que me vá operar el lunes. Coincidéncias de la vida o no, ella me dijo que el doctor es el "cinco estrellas" de Panamá, que mejor medico yo no pudiera haber encontrado. Y que además de buen médico el también es na excelente persona. Me quedé aliviada y por la cara de mi marido, el también.

De la nada empecé a decirle de los procedimentos que me harían los médicos el lunes. Y ella dijo que tenia una hermana que ya había pasado por eso. Ella estaba sola en el parque sentada en un banco del otro lado de la plaza. Fuimos hasta ella para preguntarle el nombre del "mejor quimioterapeuta" del Hospital Oncológico. Ella también quería darme una receta para que el numero de mis plaquetas no baje, para que no vomite y no caiga mi pelo durante la quimioterapia. Dijo también que iba hablar con el doctor y aquellas cosas que dicen la gente que dice que es abierta a la platica de todo tipo pero aun se queda muy espantada con el tema.

Pude platicar un ratito con la señora que tuvo el mismo adenocarcinoma ductal infiltrante que yo. Su tratamiento consistió en cuatro quimioterapias a cada tres semanas y una pastilla que debe tomar a cada mes. Todavía sigue en tratamiento. Lo que difiere el cáncer de ella al mío es que ella tuvo invasión vascular y hasta donde sé y sabemos, yo no tengo invasión vascular.

Intento encontrar fuerzas para no temer a la quimioterapia, pero no hay como no tenerle miedo. Ayer mismo no pude esconder unas lágrimas al asistir "Lipstick", una película que narra la vida de una joven que descubre que tiene cáncer a los 27 años. Las escenas de la mamografia, ultrasonido y biopsia fueron muy parecidas as la que ya viví, pero entre todas las escenas la que más me comovió y asustó fueron las de las sesiones de quimioterapia donde injectan las drogas en su vena. Tan violento el tratamiento parece ser que ahora yo entiendo porque todo mundo asusta. De hecho no me asusta tanto la cirugía, me asusta más la quimio, porque hasta en el lenguaje medico es un tratamiento muy agresivo.

Que irónica es la vida, me puse a pensar. Solo he fumado unas pocas veces en la vida y cuando digo he fumado quiero decir unas cinco veces. Fumé marijuana una vez en mi vida para probar. Me fue tan mal que nunca más volví a poner uno cigarillo en mi boca. Las drogas menos sanas que he consumido son la cerveza con los amigos, el chocolate Cadbury en barras de 200g y el mejoralito que sabia a dulce de tuti-fruti cuando era niña. Hoy para salvarme la vida de este cáncer me tengo que meter en la vena drogas muy más violentas que la misma heroína y cocaína juntas. No me puedo dejar llevar por esas cuestiones, porque tengo certeza de que hay motivos por los cuales yo deba vivir eso. No me haré más preguntas porque sé que en la hora correcta vendrán las respuestas. Estoy viva y eso es lo que importa!

"Vida louca, vida, vida imensa!Já que eu nao posso te levar, quero que voce me
leve."