Ayer amanecí nauseabunda, parece que yo era el perfumista (del libro “El Perfume”) que sentía todos los olores humanos. Mismo sin ganas de comer, comí una ensalada de frutas pensando que pasaría el malestar. Triste equívoco el mío, no pude contener el vómito. Pasé toda la mañana acostada en el sofá. Tenía hambre, pero también tenía miedo de poner cualquier cosa en el estómago. Hasta que el hambre habló más alto y comí un pastelillo de chocolate. Eso sí que ni que, ando comiendo como nunca! Voy precisar de una dieta para bajar de peso, eso sí!
Más tarde, salimos a comer, después a caminar y hacer compras. En la noche preferí ir a la fiesta de fin de año de la empresa a quedarme echada en el sofá. Adonde me voy llevo una botellita de esencia de sábila y con eso voy evitando los malestares. No quiero intoxicarme con más medicinas de las que ya estoy tomando actualmente.
En la fiesta desfilamos por todo el salón de Atlapa y saludamos a todos los conocidos y otros desconocidos que mi marido quiso presentarme. Comí algo muy leve como ensalada y tomé mucha agua. No resistí al queso del salmón ahumado…
Dormí muy bien toda la noche y me desperté bastante más tarde de lo que estoy acostumbrada a despertar normalmente, a las 10h30. Hoy no sentí nada fuera del común, pero los olores me están incomodando un poco. Huelo a basura a quilómetros de distancia.
Querido oncólogo
Hace 5 años
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