
Después de pasar doce días fuera de Panamá, fue a mi cita hoy al ION. Me alcanzó almuercear en el restaurante del hospital hasta que Dr. Omar me llamara. Confieso que entré al consultorio de mi médico con la intención de decirle que no quería más seguir con el tratamiento, pero una vez más el doctor me convenció a continuar. Dijo que se no siguiera con el tratamiento, mis hormonas podrían engañarme y provocar una recaída. Lo bueno de lo malo es que ahora el tratamiento deja de ser quimioterapico. A pesar de no sufrir más los malestares, ni diarreas, ni tener hinchazones por el cuerpo, ahora solo me quedaré con los hormigamientos, la resequedad de la piel y tendré que cuidar más de mis huesos y corazón.
La novedad es que ahora el tratamiento deja de ser una quimioterapia convencional para ser una "terapia biológica". El nombre hasta suena bonito y por más que el Dr. Omar insista en decirme que ya no es una quimioterapia, busqué informaciones en la net y descubri que la terapia biologica es considerada una quimioterapia, una vez que los anticuerpos monoclonales del Herceptin o Traztuzumab continuarán a matar celulas cancerosas en mi organismo. Del mismo modo, seguiré recibiendo el medicamiento por medio de mi implante a partir del jueves de la próxima semana.
Terapia Biológica o imunoterapia
También llamada de imunoterapia, la terapia biológica é un tratamiento que
utiliza nuestro propio sistema imunológico. Considerada una de las mejores
armas contra el cáncer de mama metastásico (que no es mi caso) y sobretodo en
casos singulares como el mío donde el tumor retirado presentó el oncogen Her2New
+++, la terapia biológica con el Herceptin se transformó en una gran aliada del
tratamiento contra el cáncer, una vez que ataca a las células enfermas, bloquea
mis hormonas e impide que un nuevo tumor maligno se forme.
La verdad es que hace tres meses ya recibía Herceptin, solo que en dosis
menores y combinado con Taxol. De esta vez, al contrario de ser combinada con
una quimioterapia, recibiré la terapia hormonal junto con treinta sesiones
diarias de radioterapia por seis semanas. Tengo una simulación de radioterapia
agendada para el próximo 16 de junio.
Por lo mientras no tengo con que me preocupar, pero el doctor ya me avisó que después de las próximas dos sesiones de Herceptin debo hacer un nuevo MUGA, un examen del corazón. Cuando lo hice, hace cuatro meses, mi corazón tenía 70% de la capacidad, lo que es considerada absolutamente normal y saludable para los médicos. Además, allá en Costa Rica hice mucho ejercicio en el gimnasio del hotel, más de una hora casi todos los días, y nunca sentí cansancio. Los equipamientos de fitness indicaron que mi corazón late 120 veces por minuto en un actividad intensa de ejercicio. Lo que equivale decir que mi corazón está sano, sanote! Por eso no me preocupo mismo!
Viajar esas dos semanas me hizo muy bien. Mis piés no tienen hinchazones y hasta los veo delgaditos. Estoy más colorada y ya no siento tanto las ondas de calor. Después de siete largos meses de tratamiento, pude relajar un poco más. No fuera por las diarreas interminables de esas que me hicieron sentir espinas en mi flor de lis, el malestar en el estomago, el hormigamento en los dedos de los piés y la peluca que todavía uso, con certeza hubiera olvidado completamente que hago un tratamiento preventivo contra el cáncer. Hasta la cerveza, el vino tinto y el limoncello pude disfrutar!
Todo eso sin contar que hoy no había el medicamento en el hospital y tendré que esperar una semana más para que me lo administren… Lo malo de lo bueno es que eso retrasará el tratamiento, una vez que me quedo aquí en Panamá hasta enero.
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