Los hechos han demonstrado que Miguelangelo Bunarroti (Miguel Angel) tiene suficiente mérito para ser considerado un genio. El artista renascentista destacó en la pintura, la escultura, la poesía y en una faceta poco conocida, las ciencias médicas.
Prueba de ello es la precisión con la que el artista captó la deformación propia de un cáncer de mama avanzado que rpesentaba la modelo de su conocida escultura La Noche
la cual forma parte de l conjunto artístico de la Iglesia de San Lorenzo, en Florencia. Por muchos años se pensó que la deformación en el seno de la mujer había sido un descuido del genio, pero las investigaciones oncólógicas actuales, de las que dio fe el "New England Journal of Medicine" prueban que Miguelangelo examinó cuidadosamente los detalles en el seno izquierdo de la modelo antes de tallar la piedra. Los especialistas deducen que la paciente presentaba un tuor extendido en parte central de la mama.Rafael pintó sobre la dolencia de su amante.
La Fornarina es una de las mpas claras pruebas de que el cáncer de seno fue una preocuación artística de los grandes maestros. El cuadro, pintado por Rafael en 1518, deja claro que la enfermedad fue una preocupación artística primero que cientifica.El descubrimiento corrió por cuenta del especialista del Departamento de Medicina de la Universidad de Georgetown, en los Estados Unidos, Carlos Hugo Espinel; quien antes diagnsticaba la gota de Miguel Angel y la rosácea de Rembrandt.
Así, a diferencia de la mama derecha (donde no se aprecia el trabajo de pincel), el pecho izquierdo presenta contrastes de colores y las pinceladas son más grandes y visibles.
El especialista, cuya investigación fue reseñada en la presitigiosa revista "The Lancelot", vio cinco signos compatibles con el diagnóstico de cáncer de mamas en el seno izquierdo: un bulto en la mama, retracción, decoloración de la piel, una protuberancia en la axila y el brazo hinchado.
Rubens retrató un cáncer de seno avanzado.
Los especialistas aseguran que el pintor flamenco Peter Paul Rubens también fue un perfecto conocedor de la anatomía humana y la suya era una visión clínica.
Da cuenta de ellos, su represetntación de las Tres Gracias(1636), hijas del Dios Zeus.
En la modelo de la derecha es claramente visible los rasgos de un cáncer mamario avanzado, como el enrojecimiento del pezón, la retracción del mismo y la disminución del seno. La aparición de pliegues en la axila podría indicar, según los conocedores, que el cáncer comenzaba a afectar otras áreas.
* Este artículo lo copié de la Revista 7, el encarte del períodico Panamá América.
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