Resiliente como una Ave Fênix

Reencontré mi valentia y estoy lista para la transformación. Una experiência ruin siempre es negativa, pero no soy yo misma quien dice que hay que buscar lo bueno en lo malo? Creo que soy afortunada por haber tenido esta oportunidad de renovarme, de tener este nuevo cuerpo que aún es medio raro para mi, pero es el que tengo. Y he de aprender con él! 

Ahora que recobré las ganas de me adaptar a este nuevo cuerpo aún adolorido, quiero recuperar el tiempo perdido, paso a pasito, escalón por escalón para bajar o subir una escalera, una pierna y un brazo de cada vez para vestirme... La victoria de poder dormir de lado aunque mis espaldas reclamen en medio de la noche no tiene precio. El brazo derecho ya se me acomoda en una almohada para dormir. Son pequeños sucesos que voy logrando alcanzar poco a poco.

De paso, el medico me quitó mis bolsas y mangueras de drenaje, ahora solo me queda una. Ya no tengo prisa ahora que la movilidad regresó a mi cuerpo. Todo va de viento en popa, a pesar de que el lado derecho de mi nuevo seno aún no se vea nada bien: el tejido nuevo se ve negro en la lateral derecha y alrededor está algo rojo, tiene más o menos un palmo de tamaño. Alguna vez el medico dijo que esos eran señales de que podría haber una infección. 

Durante la consulta,  me quedé aprensiva con la respuesta del medico “si no se compone bien, habrá que abrir y arreglar eso”. Pero, la vida continua y hay que vivirla un día de cada vez. No me voy a preocupar. Seguiré cuidando de la herida como siempre y veremos en que acaba eso. Ahora que estoy retomando mi rutina, nada me va a parar, estoy lista para lo que más venga. 

Seguiré, paso a paso, con el rostro bien alto, el pecho inflado, los ojos en frente, la mente abierta y las “alas“ con ganas de volar lejos!