![]() |
| Compresora de piernas |
Anoche dormí muy mal. Comenté al cirujano plástico que heredé, del tratamiento anterior, una tromboflebitis – una espécie de una trombose que hace con que el tobillo de la pierna derecha tenga una hinchazón -, así que él recomendó a los enfermeros que una máquina drenara mis piernas toda la noche. Pero esa máquina funcionaba un poco y se apagaba otro poco. Y así fue toda la noche: a cada quince minutos llamaba a los enfermeros para prender la máquina y en medio de tanto sueño me quedé despierta.
Cuando vi que ya era dia no quise desayunar, tomé un jugo de manzana y medio que bebí un atole. Desde la cirugía traía una sonda y por ahí hacía pipí. Aparte tengo cuatro bolsitas de drenaje y sus mangueritas. Que me vienen a checar a cada cambio de turno de los enfermeros, o sea, tres veces al dia.
Como Lázaro...
Yo ya tenia la expectativa de caminar en el primer dia después de la cirugía, porque el mismo doctor dijo que seria así, pero no me la creí en la práctica… Vino mi super enfermera, Selene, y me recordó la recomendación de caminar del doctor. El primer pensamiento que vino a la cabeza fue: “El doc está loco!”.
Mi primer intento de levantarme fue horrible: me dolía todo. A parte, sentía nauseas y ganas de vomitar. Y vomitar dolía mucho. Llegué a llorar de dolor y yo no soy así. Más tarde, Selene me dijo que se veía mi cara de terror, porque estaba sintiendo mucho dolor. La enfermera pidió ayuda a otro enfermero y hasta salió de la habitación para no verme sufrir tanto. Con mucho dolor, volvieron a acomodarme a la cama.
Mi primer intento de levantarme fue horrible: me dolía todo. A parte, sentía nauseas y ganas de vomitar. Y vomitar dolía mucho. Llegué a llorar de dolor y yo no soy así. Más tarde, Selene me dijo que se veía mi cara de terror, porque estaba sintiendo mucho dolor. La enfermera pidió ayuda a otro enfermero y hasta salió de la habitación para no verme sufrir tanto. Con mucho dolor, volvieron a acomodarme a la cama.
Hubo un momento en que mis facultades fisiológicas regresaron y me preguntaba como lo haría. Llamé a la enfermera y la misma enfermera me dijo también que yo debería levantar para ir al baño. Decidida a levantarme, de esa vez puse las reglas: me levantaría del lado izquierdo, el lado que menos dolía y que podía moverme más sin tanto estrés. Confié en mi intuición y pude levantarme. Fui al baño, pero mi estómago estaba vacío y no pude hacer nada. Y pensé que levantarme había sido en vano… porque aún tenia que volver a la cama… Y mis expectativas se confirmaron: me dolió hasta el alma para volver a acomodarme.
Doctor Jose Antonio ya habia llamado, pero no lo pude contestar. Entonces, me vino a ver. Y aunque yo ya supiera de la orientación de levantarme antes mismo de la cirugía, ahora que lo estaba viviendo en carne y hueso yo quería conocer más detalles. Y me dijo las razones de por qué tengo que moverme para acelerar mi recuperación: en primer lugar para que las funciones vitales regresen a mi cuerpo, que mi tracto digestivo comience a moverse; la actividad ayuda a la circulación y evita que que se formen coágulos en las piernas; para que no se creen flemas - y si tengo muchas flemas - y en último lugar para que la sangre vuelva a circular correctamente por todo el cuerpo y aliviane las hinchazones.
Desde entonces ya me he levantado dos veces, ahorita estoy sentada cómodamente aunque me duele la región del abdomen.
Según los doctores, las cirugías fueron exitosas y que debo quedarme hospitalizada por más dos o tres días. Dr. Eduardo me pidió para hacer una consulta vía Skype y Dr. Jose Antonio probablemente quiera verme en dos semanas…

No hay comentarios:
Publicar un comentario